Nuestra historia

Siempre en busca de inspiración

Jacinto Polo y Enoris Gomez, quienes son los pastores principales y líderes de esta iglesia, comenzaron su caminar con Dios en el año 1982 en la ciudad de Medellín, Colombia. Fueron llamados de manera especial para dedicarse exclusivamente al servicio de Dios como ministros de culto dentro de la confesión religiosa de la Cruzada Estudiantil y Profesional de Colombia, donde sirvieron y ejercieron su vocación durante 40 años.

La historia

En el año 2022, Jacinto Polo y Enoris Gomez recibieron de parte de Dios una misión basada en la inspiración bíblica (Josué 14:12-13, Éxodo 33:14). Esta misión consistía en establecer una nueva iglesia llamada "Iglesia Pasos de Vida - Misión de Amor Incondicional", fundamentada en la doctrina de Jesucristo y caracterizada por "El Amor Incondicional" como buena dádiva y don perfecto de Dios.

El testimonio de vida de Jacinto Polo y Enoris Gomez ha estado marcado por los milagros, las señales y los prodigios que Dios ha manifestado en su vida personal, familiar y de discipulado. Entre estos milagros se incluyen la fecundidad a pesar de un diagnóstico de esterilidad, la restauración familiar, la sanidad de un cáncer terminal, la preservación de la vida en medio de desastres naturales, la superación del síndrome de Guillain-Barré, liberaciones y milagros en todas las dimensiones del ser, así como su trabajo en el ámbito social y el fortalecimiento comunitario.

El impacto de estos testimonios ha inspirado a numerosas personas a unirse a este anhelo colectivo de establecer una iglesia que adopte el llamado y la obra de Cristo como su estandarte.

Nuestro propósito

El propósito de esta Iglesia es edificar en el amor de Dios, para formar individuos que al experimentar la vida abundante sean respuesta en la sociedad, siendo una Iglesia que manifieste el amor incondicional de Dios, a través de la persona de Jesucristo.

Nuestro credo

Nuestra línea Teológica es Cristo céntrica y aceptamos la siguiente declaración de fe:

Hay un Dios, y solo uno, viviente y verdadero.

Él es un Ser inteligente, espiritual y personal, el Creador, Redentor, Preservador y Gobernador del universo. Dios es infinito en santidad y en todas las otras perfecciones. Dios es todopoderoso y omnisciente; y su perfecto conocimiento se extiende a todas las cosas, pasadas, presentes y futuras. A Él le debemos el amor más elevado, reverencia y obediencia. El Dios eterno y trino se revela a sí mismo como Padre, Hijo y Espíritu Santo, con distintos atributos personales, pero sin división de naturaleza, esencia o ser.

2. Cristo es el Hijo eterno de Dios.

En su encarnación como Jesucristo fue concebido del Espíritu Santo y nacido de una virgen. Jesús reveló y cumplió perfectamente la voluntad de Dios, tomando sobre sí mismo la naturaleza humana con sus demandas y necesidades e identificándose completamente con la humanidad, pero sin pecado. Él honró la ley divina por su obediencia personal, y en su muerte sustituta en la cruz, Él hizo provisión para la redención de los hombres del pecado. Él fue levantado de entre los muertos con un cuerpo glorioso. Él ascendió a los cielos y está ahora exaltado a la diestra de Dios Padre donde Él es el Único Mediador, completamente Dios, completamente hombre, en cuya Persona se ha efectuado la reconciliación entre Dios y el hombre. Él volverá con poder y gloria para establecer su reino milenial. Él mora ahora en todos los creyentes como el Señor vivo y omnisciente.

3. El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios

Él inspiró a hombres de la antigüedad para que escribieran las Escrituras, mediante la iluminación. Él capacita a los hombres para entender la verdad. Él exalta a Cristo. Él convence a los hombres de pecado, de justicia, y de juicio. Él efectúa la regeneración. En el momento de la regeneración, Él bautiza a cada creyente en el Cuerpo de Cristo. Él forma el carácter cristiano, conforta a los creyentes, y les da los dones espirituales por medio de los cuales ellos sirven a Dios. Él sella al creyente para el día de la redención final. Su presencia en el cristiano es la garantía de que Dios llevará al creyente hasta alcanzar la plenitud de la estatura de Cristo. Él ilumina y da poder al creyente y a la iglesia para la adoración, evangelización, servicio y discipulado.

4. El hombre

Fue creado por Dios a su imagen y Semejanza. Pecó al desobedecer a Dios; por lo tanto, fue separado de su Creador. De ahí que, para volver a relacionarse con Dios requiere ser salvo a través de creer en el Señor Jesucristo, pues Él es el intermediario entre Dios y el hombre, y la salvación del hombre es obra de Dios solamente; de su Gracia; no puede obtenerse por esfuerzo o acción humana. El señor quiere sanar y restaurar al hombre en sus tres dimensiones: espíritu, alma y cuerpo; para poder vivir la vida abundante y llevar al hombre a que se convierta en agente de cambio en la sociedad.

5. La biblia

La Iglesia reconoce la Sagrada Escritura del Antiguo y Nuevo Testamento como su única autoridad en asuntos de fe, la práctica y la doctrina. La Biblia es la Palabra de Dios. Es inspirada por el Espíritu Santo, tiene autoridad y es aplicable a nuestra vida diaria.

6. La Iglesia

Creemos en el poder y la importancia de la iglesia y la necesidad de los creyentes de tener comunión los unos con los otros. Jesucristo es la Cabeza de la Iglesia.

7. La evangelización

Hasta el regreso de Cristo es necesario que el cristiano proclame el Evangelio de Jesús a todo el mundo, edificando y discipulado hombres y mujeres en cada nación de acuerdo con la Gran Comisión dada por Jesucristo.

8. La eternidad

El destino final del hombre al morir fisicamente es la vida eterna o la condenación eterna; depende de su respuesta al Señor Jesucristo.

9. El amor incondicional

Es disfrutar de la gracia, siendo un Don de Dios que se convierte en el factor esencial de la vida para una plena identidad con Cristo.

10. La vida abundante

Es experimentar, disfrutar y ser lleno de la vida de Cristo. Aplicando la verdad de Dios en Todas las dimensiones del ser. Juan 10:10b.